Dichosas palabras con verga, vienen y se entrometen, no dejan respirar, moverte o hablar. Esas palabras con verga tienen ojos y labios impasibles. Son dictadoras indomables, que jamás derrocarás. Esas palabras con verga viven de las letras, sudan oraciones... El amor con ellas es quimérico, es como el sopor de un sueño que languidece ante el paso de las horas, pero que nació por un calor excesivo.
Las conoces de noche, siempre de noche, porque pueden enredarte entre ellas, como aletas de Beta que busca el idilio. La palabras con verga son peligrosas, ardientes, son palabras que queman y angustian, enamoran y desisten.
Te llevan de la mano hacia el mismo sol de todos los días, hasta que te das cuenta que eres viejo y ellas siguen detenidas en el tiempo y no hay nada que decirles.
Las palabras con verga te dejan solo, te observan desde lejos cuando se marchan...
